viernes, 1 de febrero de 2013

Love you to the moon and back.

Todos los días, Nathan iba al cementerio. En ese cementerio colocaba una margarita sobre na lápida, la lápida de su madre. Era un cementerio bonito, no como los de las películas de terror, que va. Tenía un prado verde, con pequeñas colinas y vistas al mar.
Todos los días, Nathan subía a una colina y saltaba. Trepaba por los árboles. Había veces que se enfadaba sentándose a la sombra del árbol, por que no llegaba a la copa.
Todos los días Nathan llegaba a casa llorando, por que no había saltado lo suficiente para alcanzar a su mamá.

No hay comentarios: